Leonardo está desplazado un segundo en el tiempo y se siente atrapado por su particular condición. Aunque es capaz de ver lo que sucede en el mundo temporalmente normal, no está conectado con la realidad, por lo que vive aislado en la habitación de un hotel. Mariana atraviesa un mal momento en su vida y se refugia en el mismo hotel; en medio de su duelo, halla unas misteriosas lecturas en el lobby, la intrigan, tanto así que las anota en una libreta. Pronto, en las páginas de los libros, encuentra mensajes escritos por Leonardo. Ambos comienzan a entablar una conversación a través de esos textos, hasta descubrir la manera en la que pueden ganarle al tiempo y encontrarse.